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| Foto de Arun Anoop en Unsplash |
¿Por qué hablar sobre la mujer en política y procesos electorales? Es una de las interrogantes que estuvo rondando en mi cabeza durante los últimos 26 días, y también me cuestionaba ¿tiene algo que ver esto con comunicación política?, y más aún cómo esto puede estar relacionado con los posts anteriores de este blog. Todas estas incógnitas eran problemáticas hasta que me encontré con dos artículos titulados: ‘La primera mujer presidenta de Chile: ¿Qué explicó el triunfo de Michelle Bachelet en las elecciones de 2005–2006?’ de Quiroga (2008) y ‘Amas de casa, televisión y participación política. México, elecciones 2003’ de Vega (2004). Según la costumbre académica estos trabajos están pasados de moda, pero, no dejan de ser relevantes y hay muchos más (algunos están en las referencias, por si gustan leeros) que golpeaban mis ojos y me atraparon para decirme que todo está relacionado y ¡sí, es obligatorio hablar sobre las mujeres en la política!
Vega (2004) introduce
a su trabajo con las siguientes palabras “Desde una definición convencional, la
participación política de las mujeres es juzgada como pasiva y conservadora… Que tienen menos conocimientos sobre las opciones y los temas
políticos que los hombres. Que su conducta política es ingenua, idealista y
puritana.” (p. 98). Parece un
terrible cuento de antaño, pero, tal vez tiene toda la actualidad, porque es difícil
superar un estereotipo (agudizado mucho más en tiempos de campaña) que produce
dos percepciones negativas sobre las mujeres que intentan acceder a cualquier
cargo de elección popular: (1) se considera que no están preparadas para el
cargo, es decir, ‘no es competente’ y (2) la ‘mujer competente’ es rechazada
porque su comportamiento no encaja con las creencias prescriptivas sobre la ‘conducta
ideal, adecuada, deseable en una mujer’ (Beaudoux, 2014; Ruiz & Muñiz, 2017).
No obstante, ¿quién
decide que conducta es ideal, adecuada, deseable en una mujer?, o ¿quién decide
si una mujer es competente o no? Ruiz y Muñiz (2017) sugieren que los medios de
comunicación en su intento de representar la realidad social son los
responsables de difundir estas imágenes estereotipadas. Y este argumento es
precisamente la respuesta que conecta todas las interrogantes que se
describieron al principio de esta publicación. En el primer post de este blog
se indicó que la comunicación política tiene tres actores: políticos,
ciudadanos y medios de comunicación, que se encuentran en una fricción
constante. Da la casualidad que cuando el político es mujer, la fricción parece
diferente, para corroborar esta premisa Fernández (2013) encontró que las
mujeres políticas aún reciben una cobertura diferenciada de la de sus colegas
varones.
Por su parte,
López-Hermida (2009) mediante una revisión de literatura construyó un perfil de
la mujer que participa en actividades políticas, que denominó ‘Estereotipo Académico de la Mujer Política’ (ver tabla 1), de acuerdo con su revisión, si la
mujer adopta un comportamiento diferente a este perfil, puede verse como “agresiva,
chillona, viciosa…, es decir, poco femenina” (López-Hermida, 2009, p. 8), pero, al parecer existe excepciones
a la regla.
Tabla 1. Estereotipo Académico de la Mujer Política
|
Rol |
|
La candidata
realzaría lo bueno del rol tradicional de mujer y adoptaría, como política,
un patrón social moderno, cuidando en acatar el comportamiento exigido a su
rol de mujer y no salirse del margen de sus acciones permitidas como
candidata. |
|
Rasgos de personalidad |
|
Dependencia,
Baja asertividad, Compasión, Liderazgo débil, No competencia, Honradez, Alta
emotividad, Apacibilidad, Afectividad, Sensibilidad, Expresividad, Apertura,
Cortesía, Poca información. *La
candidata procurará destacar rasgos positivos y también adoptar aquellos
atribuidos al hombre. |
|
Competencia Temática |
|
Educación,
Familia, Programas sociales, Salud, Control de drogas, Tercera edad, Aborto,
Arte, Asistencia a los pobres, Derechos de minorías, Medio ambiente, Derechos
civiles. |
|
El perfil puede verse influido por: -Las circunstancias que esté viviendo el país. -El enfoque -masculino o femenino -que se le dé al tema en discusión |
Nota.
La tabla 1 fue tomada de López-Hermida (2009, p. 8).
Según Quiroga
(2008) el triunfo de Michelle Bachelet en las elecciones de 2005-2006 se debió a
la solidaridad de género, de acuerdo con este autor Michelle ganó en todas las
mesas donde sufragaron las mujeres (en esa época la mayoría en el padrón
electoral era femenina). Sin embargo, también
está el hecho de que Michelle es una ‘mujer política’ supuestamente en
desventaja, entonces ¿cómo ganó?
Para López-Hermida
(2009) Michelle si se alejó del estereotipo, sin descuidar su condición de
mujer, la expresidenta de Chile rompió las reglas, no fue dulce todo el tiempo,
en ocasiones comunicó dureza con una intensidad igual o mayor que los hombres, ¡sí,
exactamente la dureza de una mujer! Por ejemplo, cuando se refería a los
problemas de delincuencia e inseguridad, Michelle frente a la cámara de
televisión parada firmemente y con una voz cortante señaló: “Yo tengo un arma mucho más poderosa que las pistolas o los
cuchillos de los delincuentes: no les tengo miedo” (López-Hermida, 2009, p. 12). Esa imagen se quedó
en el inconsciente chileno y probablemente sea uno de los argumentos más sólidos
acerca de la nueva forma de hacer política: ¡Palabra de mujer!
Creo que otras figuras como Angela Merkel (excanciller de Alemania), Isabel Díaz Ayuso (presidenta de la Comunidad de Madrid), Cristina Fernández de Kirchner (vicepresidenta de Argentina), Cynthia Viteri (alcaldesa de Guayaquil, Ecuador) entre otras, independientemente de su ideología supieron salir del estereotipo y vencer las desventajas de ‘ser una mujer política’ de la única manera posible siendo ellas, siendo mujeres en un escenario económico, social y político que entendieron porque lo investigaron, porque, quizá, fueron más allá de lo que un hombre podría.
| Tomada de @IdiazAyuso |
Referencias bibliográficas
Quiroga, M.
(2008). La primera mujer presidenta de Chile: ¿Qué explicó el triunfo de
Michelle Bachelet en las elecciones de 2005-2006? Latin American Research Review, 43(1), 7–32.
http://www.jstor.org/stable/20488107
Beaudoux,
V. (2014). Influencia de la
televisión en la creación de estereotipos de género y en la percepción social
del liderazgo femenino. La importancia de la táctica de reencuadre para el
cambio social. Ciencia Política, 9(18), 47-66. https://doi.org/10.15446/cp
Fernández, N.
(2013). Mujeres políticas y medios de comunicación: representación en prensa
escrita del gobierno catalán (2010). Estudios sobre el Mensaje Periodístico,
19(1), 365-381. https://doi.org/10.5209/rev_ESMP.2013.v19.n1.42527
López-Hermida, A.
(2009). La imagen de la mujer en política: La campaña electoral televisiva de
Michelle Bachelet. Cuadernos.Info, (24), 9–16.
https://doi.org/10.7764/cdi.24.30
Rodríguez Andrés,
Roberto (2016). El ascenso de los candidatos outsiders como consecuencia de las
nuevas formas de Comunicación Política y la desafección ciudadana. Comunicación
y Hombre, (12),73-95. ISSN: 1885-365X. Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=129446703005
Ruiz, P &
Muñiz, C. (2017). Estereotipación de la mujer en la publicidad política.
Análisis de los estereotipos de género presentes en los spots electorales de la
campaña 2015 en Nuevo León. Comunicación y sociedad, (29), 69-91. Recuperado
de:
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-252X2017000200069&lng=es&tlng=es.
Vega, Aimée
(2004). Amas de casa, televisión y participación política. México, elecciones
2003. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, 46(190),97-112. ISSN:
0185-1918. Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=42119006
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